Ir a La Gran Sabana es adentrarse en la naturaleza más sorprendente, es reencontrarse con uno mismo en esa inmensidad. Muchas personas se han encantado con este destino al admirar sus ríos, cascadas, paisajes, cultura, los atardeceres, su flora y fauna. Visitar esta tierra significa disfrutar de este largo camino que empiezas a conocer desde la carretera, mientras a lo lejos ves los tepuyes despejados y la naturaleza te da la oportunidad de respirar esa clorofila brutal y sentir la esencia de esta tierra tan antigüa, dónde no tiene sentido el tiempo, ni los días, ni las preocupaciones, que cuando colocas los pies en sus rocas precámbricas y te sumerges en sus aguas de color té, estas siendo bendecido, y te da la bienvenida, pero a cambio te pide que la cuides, que la protejas y que la conserves.
La Gran Sabana pertenece al Parque Nacional Canaima, ubicado en el estado Bolívar, con sus tres millones de hectáreas (siendo el segundo parque nacional más grande de Venezuela), alberga paisajes únicos que te hacen sentir en la época de los dinosaurios y de allí su reconocido nombre que le dio sir Conan Doyle: «El Mundo Perdido», dónde habitan especies vegetales y animales endémicos de la zona (especies que sólo se encuentran en este lugar). La Gran Sabana es Patrimonio Natural de la Humanidad por lo que su conservación es de vital importancia.